– ¡Hoy es el día! No puedes continuar así. ¡Bebe cada instante, cómete la vida!, se te está escapando como agua entre los dedos. Aprietas con rabia para retenerla y sólo consigues que alguna gota furtiva quede atrapada. Eres incapaz de distinguir la vida de tu propio sudor desesperado.
– Pero ¡cómo te atreves a decírmelo tú! Precisamente tú que te escondes en la oscuridad; tú, que disfrutas del anonimato; tú, que sólo te muestras cuando tengo remordimientos. ¡No! tú no eres yo. No quiero escucharte.
– ¡Reacciona! No te das cuenta de que cada momento desaparece, que el ahora ya ha pasado, que necesitas estar aquí, en éste, tu sitio y no trascender a universos paralelos, llenos de añoranzas, locuras y sueños irrealizables.
– Ya sé que el tiempo no se detiene para mí, que se me agota pero soñar con imperios y mundos ignotos en los que no existe dolor, es mi única libertad. No soporto el constante tic-tac de lo cotidiano, su eterna repetición, su carencia de alicientes, su aniquilador efecto.
– Precisamente por eso debes superar disquisiciones estériles y manejar la realidad a tu antojo. Por qué te encierras en pensamientos que empiezan donde terminan y terminan donde empiezan. Te empeñas en tejer una espesa tela de araña que te deja ver lo suficiente pero que nunca traspasas. Sabes de su fragilidad y aún así te quedas detrás, a la expectativa, con destino a ninguna parte. Sólo logras angustiarte y sentirte inferior sin motivo.
– Estoy angustiado, lo reconozco. Me siento vivo pero infinitamente desdichado. La angustia se ha convertido en mi agónica compañera de viaje, como si se tratase de una segunda piel. He pasado a ser un extranjero en su propia tierra, a ser un mudo al hablar, sólo permanece la sombra del hombre que alguna vez fui.
– Nunca supe quien te inculcó esa cruel idea de creerte tan especial. No te has fijado que la mayoría de la gente es corriente, sin grandes pretensiones y, pocos, poquísimos, los genios, los portentos, los que creen tener un cometido en la vida. Pero también los hay entre éstos y aquéllos, sin embargo para ti sólo existe el todo o la nada, el héroe o el villano. No recuerdas cuando especulabas con la filosofía de la existencia y descubriste que el justo medio era digno de los dioses y el fracaso o el éxito eran absolutamente subjetivos y en ocasiones se fundían en un solo concepto.
– Sueño a menudo con esos momentos y los echo de menos. Disfrutaba viviendo sin dudas, ajeno a irracionales inquietudes. Ya ni recuerdo cuándo dejé de ser así, para transformarme en este individuo desquiciado e indeciso. Estoy encadenado a lo superfluo, a lo que tanto critiqué antaño, en el camino hacia ese estúpido modelo del superhombre que lo puede todo o sucumbe sin remisión.
– Pues reclama tus derechos, grita a plena voz y vuelve a ser TÚ, no continúes perdido. No es momento para egoísmos, para alimentar falsas esperanzas, no te lo puedes permitir. Al otro lado hay gente que te quiere y no te das cuenta, que está pendiente de ti y no te das cuenta, que desea compartir contigo alegrías, esperanzas y los colores que te ofrece la vida y sigues sin darte cuenta.
– ¡Basta! por un momento llegaste a confundirme. ¡No y mil veces no! No puedo volver, es demasiado tarde para mí. Eres una pesadilla que sólo busca su salvación a costa de mi infelicidad. Ni siquiera te intereso. Funcionas como una máquina a la que se le ha alimentado con una moneda.
– Pero si tenemos los mismos intereses. ¿Te has vuelto loco?
– No estoy loco, estoy más cuerdo que nunca. Por fin consigo ver quién soy yo y quién eres tú. Eres la limitación a mis actos, el martilleo de mi cabeza, la dictadura más cruel que nadie pueda soportar.
– Reflexiona, estás desvariando.
– Sí, ya lo he hecho. Hasta nunca.
Ambas voces por fin coincidieron para ser una sola. ¡Hoy era su día!
Abr 28, 2011 @ 21:57:51
Otra vuelta de tuerca más al eterno problema de nuestro doble «yo» que no llegan a reconciliarse la mayoría de las veces.
Un buen texto para leer en horas bajas.
Un abrazo
Abr 29, 2011 @ 13:26:43
Es una lucha muy particular y sin descanso contra mi demonio más odiado.
Besos.Salu4
Abr 28, 2011 @ 22:28:16
Si encuentras a alguien que te saluda con el clásico «¡Hombre! ¿Qué te cuentas?», le puedes contar lo que te cuentas, y lo que te respondes. Seguro que el café lo paga él.
Saludos.
Abr 29, 2011 @ 13:29:04
Podría decirle que con quien hablar. Si con el bueno que aconseja mal o con el malo que no acepta consejos.
Salu4
Abr 29, 2011 @ 02:02:11
Qué interesante diálogo. Un texto que incita a aprovechar la vida.
Abr 29, 2011 @ 18:15:40
Es la eterna lucha entre querer hacer y poder hacerlo, entre lo que quieres y lo que te atreves a tener. A veces es inevitable esa dualidad aunque ser consciente de ambas partes me sirve para mejorar como persona.
Gracias por tus palabras y tu visita. Me encantaría asomarme por tu blog y lo haré.
Salu4.
Abr 29, 2011 @ 04:50:03
Las reflexiones internas, y las luchas que tenemos con nosotros mismos.
Si soñamos, pensamos que deberíamos ser realistas.
Si a veces somos demasiado sencillos, quizá pecamos de simples.
Creo que somos nuestro juez más severo. Y a veces, hay que empezar a ser generoso y flexible con uno mismo, aceptar que nos equivocamos, pero que es siempre el mejor aprendizaje. Que el vivir «el aquí y el ahora», incluso se convierte en una losa porque hay que «disfrutar cada segundo».
Es bueno reflexionar, para luego sonreir, y sabernos solo una voz, equivocada a veces, acertada otras.
🙂
Abr 29, 2011 @ 13:32:15
Hace tiempo que no reflexiono demasiado pese a que lo parezca en el relato. Me limito a disfrutar de lo que viene, de mi gente, de mis amigos, de mis letras, de lo que sea. En ocasiones vivir pensando en que hay que aprovechar cada segundo en un sinvivir.
Mucho besos.
Abr 29, 2011 @ 17:46:45
Puede que me haya visto reflejada en el continuo pensar. Soy de las personas que a veces le dá por meditar demasiado. Me alegro que disfrutes de las cosas, sin agobiarte por disfrutarlas.
🙂
Abr 29, 2011 @ 18:18:23
Gracias.Supongo que después de 43 años, me tocaba vivir sin más que no es poca cosa.
Besos
Abr 29, 2011 @ 18:06:14
Entiendo particularmente esto que escribes. La reflexión excesiva ha sido siempre una constante en mi vida, cuyas consecuencias he tratado de evadir.
Me gusta mucho cómo lo has escrito.
Saludetes
Abr 29, 2011 @ 20:29:47
Muchas gracias Charles. Lo de reflexionar de más es una gran lastre y propio de personas de enorme sensibilidad.
Salu4.
Abr 29, 2011 @ 20:25:04
La felicidad sólo cabe en el aquí y el ahora. La angustia surge cuando uno, a veces sin ser consciente de ello, se aleja de su realidad cuando sólo ésta existe.
Abr 29, 2011 @ 20:28:34
Tú lo has dicho, no lo has podido expresar de forma más certera. Ahora sólo falta que nos lo creamos de verdad.
Besos
Abr 29, 2011 @ 21:34:38
Gracias por tu visita a mi blog. Como has entrado sin dirección, pensé que no te iba a encontrar pero lo he logrado. Espero que sigas visitándome. Yo me he subscrito a tu blog. Saludos
Ana
Abr 30, 2011 @ 12:07:00
Tengo que decirte que ha sido un placer, que tengas buen fin de semana. Por cierto la música que suena en tu blog es algo de Boston o me confundo. Me encanta.
Besos
May 01, 2011 @ 09:09:24
Muy filosófico; a ver si nos vemos y lo comentamos. Un beso
May 01, 2011 @ 18:49:07
Encantado, cuando quieras. Muchos besos a los cuatro.
May 02, 2011 @ 06:06:46
Qué pasada de diálogo, que no deja de ser un monólogo con uno mismo. Quién no ha tenido una conversación de tú a tú con otro ente anónimo que parece conocernos mejor que nosotros mismos??
Me ha gustado mucho!
Besos!!
May 02, 2011 @ 10:26:09
Tus palabras me llenan de orgullo, gracias. Los diálogos interiores son duros y a veces desvelan facetas desconocidas de uno mismo.
Muchos besos.
May 03, 2011 @ 13:32:33
¡La continua lucha para ver los caminos de la vida! ¿A donde nos llevan? Conversaciones internas con el otro compañero de viaje que tenemos como una sombra eterna¡ Buenas letras amigo¡
Un abrazo
C.
May 05, 2011 @ 11:15:37
Muchas gracias C, viniendo de un poeta como tú, tus palabras valen doble.
Un abrazo.
May 04, 2011 @ 00:18:38
Vaya lucha que mantienes entre el ego y el otro yo. Está muy bien escrita la lucha, aunque en esta dicotomía no distingo entre el corpóreo y el oculto.
Un abrazo
May 04, 2011 @ 00:26:49
Vaya lucha entre el ego y el yo. Está muy bien escrita la dicotomía, aunque no distingo entre el corpóreo y el oculto, ¡Me parece que me estoy pasando de listo!.
Un abrazo
May 05, 2011 @ 11:14:25
Para nada, es un poco lioso el tema tanto que no sé qué decirte.
Besos.
May 23, 2011 @ 21:11:10
Muy bueno. Tanto la forma como el fondo. Una gran descripción de la dicotomía mental del ser humano. Y lo que es más importante. Una perfecta manera de descubrirse ante los demás. Y de conocerse a uno mismo.
Abraxos.
May 24, 2011 @ 18:26:56
Lo malo de escribir sin tapujos es que trasciende más de lo que querrías dar a conocer.
Gracias por tus visitas. Raf
May 24, 2011 @ 13:33:36
Buenísimo diálogo, tengo esa lucha de poderes en mi cabeza bastante a menudo, bueno supongo que todos los tenemos, o los hemos tenido, en algún momento de nuestras vidas. Creo que cuando uno se aferra a cosas imposibles, a sueños irrealizables, comienza a vivir una vida paralela dentro de uno mismo, y a veces se llega a confundir tanto la real con la soñada que, si no fuese por las llamadas de atención de nuestro verdadero yo, terminaríamos terriblemente perdidos, dominados por nuestro “lado oscuro” y obsesionados con anhelos imposibles.
May 24, 2011 @ 18:29:52
Esa lucha está ahí, con mayor o menor intensidad es inevitable. Lo verdaderamente meritorio es distinguir entre lo que tú llamas lado oscuro del que no lo es.
Muchos besos. Raf